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miércoles, 12 de noviembre de 2014
lunes, 10 de noviembre de 2014
El agua de los océanos
Investigaciones actuales afirman que el agua de los océanos estuvo presente desde el comienzo de la formación de la Tierra, y no vino con el choque de meteoritos. Los autores del estudio estudiaron una potencial fuente de agua de la Tierra: las condritas carbonáceas, los meteoritos más primitivos conocidos, formados de la misma nube de polvo, partículas, hielo y gases que dio lugar al Sol hace unos 4.600 millones de años, mucho antes de que se formaran los planetas. «Estos meteoritos primitivos se asemejan a la composición del Sistema Solar a granel», dice el coautor Sune Nielsen, geólogo del WHOI. «Tienen un buen montón de agua y son candidatos tradicionales para el origen del agua de la Tierra».
«Una consecuencia de ello es que la vida en nuestro planeta podría haber comenzado muy temprano», añade Nielsen. Y sugiere algo muy interesante: «Saber que el agua llegó temprano al Sistema Solar interior también significa que los otros planetas internos podrían haber sido húmedos en el principio y la vida podría haber evolucionado en ellos antes de que se convirtieran en los ambientes hostiles que son hoy».
«Una consecuencia de ello es que la vida en nuestro planeta podría haber comenzado muy temprano», añade Nielsen. Y sugiere algo muy interesante: «Saber que el agua llegó temprano al Sistema Solar interior también significa que los otros planetas internos podrían haber sido húmedos en el principio y la vida podría haber evolucionado en ellos antes de que se convirtieran en los ambientes hostiles que son hoy».
El mesón Bs
Investigadores descubren una subpartícula el mesón Bs, podrían explicar por qué el Universo contiene mucha más materia que antimateria.
Igual que la materia, también la antimateria está constituida por átomos y partículas. De hecho, a cada partícula de materia que existe le corresponde su propia antipartícula, que es exactamente igual a ella excepto por la carga eléctrica, que es la opuesta. Por ejemplo, la antipartícula del electrón es el positrón, la del protón se llama antiprotón, y así sucesivamente. El mesón Bs tiene la extraordinaria capacidad de oscilar entre una partícula de materia y una de antimateria. Es decir, que puede ser, alternativamente, materia y antimateria.
Igual que la materia, también la antimateria está constituida por átomos y partículas. De hecho, a cada partícula de materia que existe le corresponde su propia antipartícula, que es exactamente igual a ella excepto por la carga eléctrica, que es la opuesta. Por ejemplo, la antipartícula del electrón es el positrón, la del protón se llama antiprotón, y así sucesivamente. El mesón Bs tiene la extraordinaria capacidad de oscilar entre una partícula de materia y una de antimateria. Es decir, que puede ser, alternativamente, materia y antimateria.
Universos paralelos
La mecánica cuántica abre la puerta a Teorías en la que la posibilidad de Universos paralelos que interactúan.
Estudios de la Universidad de Griffith (Australia) abren la posibilidad de la existencia de dichos multiuniversos que a la vez se relacionan e influyen entre sí, dando explicaciones a muchos aspectos extraños dentro de la mecánica cuántica.
Estudios de la Universidad de Griffith (Australia) abren la posibilidad de la existencia de dichos multiuniversos que a la vez se relacionan e influyen entre sí, dando explicaciones a muchos aspectos extraños dentro de la mecánica cuántica.
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