Una investigación reciente sugiere que una actividad frenética microbiana pudo haber causado la mayor extinción masiva de la historia de la Tierra.
Los hallazgos sugieren que las bacterias, con un poco de ayuda del vulcanismo masivo, producen grandes cantidades de metano, matando así al 90% de la vida en el planeta.
Hace unos 252 millones de años, más del 96% de la vida marina y del 70% de las formas de vida terrestres murieron en un evento conocido como la gran extinción del Pérmico. La mortandad masiva ocurrió en un instante geológico de tan sólo 60.000 años. Los científicos han propuesto de todo para explicar esta extinción catastrófica: desde impactos de meteoritos masivos, explosiones de polvo de carbón, hasta la ruptura de los supercontinentes.
Pero si las erupciones volcánicas causaron la gran muerte, los cambios en el nivel del carbono de la atmósfera debieron ocurrir como grandes estallidos seguidos por un declive gradual. En cambio, según los investigadores, el nivel de dióxido de carbono (CO2) aumentó de forma exponencial, lo que apunta a una causa biológica.
El equipo se preguntó si las bacterias productoras de metano -en particular, un género conocido como Methanosarcina- podrían haber causado la sobredosis de dióxido de carbono. El equipo utilizó las tasas de mutación genética para estimar que Methanosarcina adquirió los genes para generar metano a partir del acetato hace unos 250 millones de años, que coincide justo con el momento de la extinción.